Blog de un aficionado al vino. Un paseo simple a través de mis aficiones, un punto de vista personal en un instante determinado. Siempre dispuesto a aprender, disfrutar y compartir.

sábado, 24 de mayo de 2014

Rías Baixas, Ribeiro, Ribeira Sacra… (1ª Parte)



Estamos muy contentos de los seis días de abril vividos en Galicia. Quedamos hechizados por sus paisajes de viñedos emparrados, de sus pequeñas parcelas, a orillas del mar, junto a los ríos o en pendientes casi verticales, también por las impresionantes rías, playas, ríos, cañones, bosques para perderse, monasterios, pazos, castros, hórreos (antiguos graneros de piedra elevados para evitar la humedad y los animales), muíños (molinos)… Galicia es mar, montaña y campo, gastronomía de calidad, excelentes vinos y, lo mejor de todo, gente franca, noble, sencilla y acogedora. Lo contaremos por partes.

Rías Baixas, DO que recibe el nombre de la zona donde se emplaza, presenta cinco subzonas de producción: Valle del Salnés, O Rosal, Condado de Tea, Soutomaior y Ribeira do Ulla. Unas 4000 hectáreas en total. Entre las variedades destaca la albariño pero existen varias más tanto blancas como tintas.


Habíamos entrado en Galicia cruzando el Miño desde Portugal, su desembocadura es monumental. Recorrimos A Guardia, Tui, Combarro (donde destacan sus hórreos tocando el mar)… hasta Cambados, la capital del albariño. El alojamiento elegido, Hotel-Vinoteca Ribeira de Fefiñáns, tiene vistas de 5 estrellas frente a la ría de Arousa, es cómodo y tranquilo y dispone de un restaurante con variedad de platos de la zona y una selección de vinos más que suficiente para no buscar otro sitio, más de 500 referencias. Un lugar que nos aconsejó nuestro amigo Rubén Morena, gran conocedor de la zona, ¡todo un acierto!

En nuestras tres cenas en este restaurante disfrutamos de zamburiñas, almejas, pulpo á feira, navajas, berberechos, queso San Simón, jamón asado… No perderos la tarta de la abuela. Y para acompañar, varias botellas de pequeños productores, un dato común en nuestro recorrido por estas tierras:

Tomada de Castro 2012. 100 % albariño. Salino, atlántico, acidez elegante, notas ahumadas y manzana. Bodega localizada en Ribadumia. Zona Val do Salnés. Buen comienzo. Nos gustó.

Viva la Vid-a. Vino de la bodega familiar Lagar de Costa, elaborado a partir de espadeiro. 8 meses en barrica. Notas especiadas en nariz y en boca, pimienta, cuero, muy ligero en boca, tierra húmeda, fruta roja, acidez, frescura. 900 botellas con este bonito nombre.


No vamos a acercarnos, en este viaje, a la zona vinícola de Monterrei ni a la de Valdeorras, por falta de tiempo, pero no nos quejamos porque disfrutamos de un extraordinario vino elaborado por el viticultor Jose Luis Mateo García (Quinta da Muradella), Gorvia 2008, DO Monterrei. Su perfume nos recuerda a un chardonnay de Saint-Aubin o incluso Meursault, miel, membrillo y cítricos, intenso, paso sedoso, persistencia, elegancia, mineralidad, complejidad…  Un vinazo a partir de dona branca, ¡toma ya!


Durante nuestra estancia mantuvimos varias charlas vinícolas con Jose, quien junto a su pareja Olga dirige el pequeño hotel, el restaurante, una tienda y colabora en la elaboración de ciertos vinos. También trabaja como distribuidor y es un excelente catador, pero por encima de todo consumidor y apasionado por el vino. Y eso se nota.

Y para la última noche en el alojamiento, dos vinos de Alberto Nanclares. Bodega y viñedo situado en la desembocadura del río Umía (Cambados). Entre las prácticas de este viticultor destaca la utilización como compost de algas recogidas en la ría de Arousa aportando de esta manera oligoelementos, minerales y antibióticos para que la planta mejore su resistencia a las enfermedades. También destaca entre sus costumbres no labrar la tierra favoreciendo la vida microbiológica, un mínimo trabajo en bodega y el máximo respeto y cuidado del medio ambiente.

Coccinella Albariño Cepas Vellas 2012. De color pálido, muy fresco, con mucha acidez, entra como un puñal, manzana verde, flores, toques anisados, cítricos… nada de frutas tropicales, muy agradable. 1ª añada, sin barrica, la 2ª sí llevará.

Grisopa 2011. Servido en decantador, es conveniente dejarlo respirar. Sorprende, no parece español, su nariz es compleja, nos gusta mucho, en boca necesita algo más de tiempo tal vez, un vino que ganará. Despalillado y pisado, maceración con sus hollejos. Una producción de únicamente 502 botellas. Dos menos tras nuestro paso.


TABERNA A CURVA (PORTONOVO)

No faltaron los recorridos por la zona: Isla de Arousa, O Grove, Sanxenxo y parada en Portonovo. Aconsejados por nuestro amigo César Ruiz no nos queríamos perder una visita al restaurante A Curva. Volandeiras, chipirones… y raya en caldereta (imprescindible). Respecto al vino, disponen de una extensa carta especializada en vinos de las distintas zonas de Galicia y también una estudiada selección de vinos alemanes y de Champagne. Nosotros decidimos acertadamente dejarnos llevar por Miguel, gran conocedor del vino, que regenta esta taberna.

Finca A Pedreira Albariño 2012. Acidez cortante, como un cuchillo afilado, tensión, nervio, nada de florituras. Cítricos, hinojo, laureles, mineralidad, persistencia. Y Pescuda 2013, 1º añada, al contrario del anterior usan barrica, de 400 litros. Bodega con una producción de pocas hectáreas, asesorados por Rodrigo Méndez y localizados a pocos kilómetros de Cambados.

Chicho, el elaborador de estos dos vinos, estaba también comiendo en el local. Nos lo presentó Miguel. Charlamos sobre sus vinos y su forma de trabajar, el material (uva de calidad) lo tiene y los resultados son evidentes, solo hay que probar sus vinos. Muy raro en nosotros, no estábamos visitando bodegas, pero la intensa conversación con Chicho fue como una visita. Me haré lo antes posible con una botella de Fulcro, otro de sus vinos.

Probamos también una copa de doUmia (Adega Pedralonga), mencía, caíño y espadeiro, predominando las notas vegetales y balsámicas. Seguimos con un tinto de los grandes, Goliardo Finca Genoveva Caiño 2011. Vino de Rodrigo Méndez (Forjas del Salnés), cepas de 200 años en menos de una hectárea. Genoveva es el nombre de la madre de la propietaria, la señora Lola. Vinificado en foudre. Una delicia, sutiles especias, frescura, toques balsámicos, mentolados, eucalipto, fruta roja, sedosidad. En una línea borgoñesa. Para disfrutar.


Como colofón, A Escusa 2011, de unos 36 g/L de azúcar residual. 10,5 % de graduación alcohólica. Paran la fermentación y sale un vino que nos recuerda a Alemania, a un fresco kabinet. Sorprendente delicia. Gracias Miguel.


Lo pasamos muy bien en esta taberna situada en la curva del paseo marítimo. Comentamos a Miguel que sería necesario volver decenas de veces por la zona para hacernos una idea de la enorme riqueza vinícola de Galicia, para nosotros presente y futuro del vino en España.

VINOTECA A DESPENSA (CAMBADOS)

A escasos metros de nuestro alojamiento en Cambados se localiza la tienda de vinos A Despensa, especializada en productos de la zona, en la que nos abastecimos de recuerdos en forma de botellas, conservas, aceites y demás delicias. Zárate Caiño Tinto 2011 Rías Baixas y As Corvas 2010, pinot noir de Raúl Pérez y Rodrigo Méndez, fueron mis souvenirs. Ya degustados de vuelta en casa, el primero, solo 1250 botellas producidas, mostró claras notas mentoladas en boca y recordaba a los bosques gallegos en nariz. Zárate, bodega familiar localizada en Meaño, elabora monovarietales tintos, y albariño desde los años 50.

El Pinot Noir era monte bajo, cueros, especias y frutos rojos sobre un fondo influenciado aún por la madera. En cualquier caso, muy varietal. No soy muy amigo de probar variedades no propias de la zona, pero, ¡coño!, si hay una zona en España donde mejor elaborar pinot sería aquí, frescura y acidez no le faltaba al vino.



Antes de abandonar Rías Baixas y camino de la zona de Ribeiro paramos en Pontevedra, una ciudad que causa sorpresa, nadie se la espera tan bonita al ser tan poco conocida, el turismo se centra principalmente en Santiago y las rías. Una dirección era imprescindible para nosotros, Viñoteca Bagos. Navajas con chimichurri de algas, ceviche de sargo, cabrito al horno, buena cocina. Conocimos a Fernando, uno de los propietarios, nos asesoró sobre posibles rutas en nuestro viaje. Fernando es otro enamorado del vino. Quisimos probar Sesenta e nove Arrobas 2012, un albariño a orillas de la ría en Val do Salnés, elaborado por Xurxo Alba (bodegas Albamar) en colaboración con Fernando y Adri de la Viñoteca Bagos, 1150 botellas. Impactante acidez, afilada como el acero, atlántico, cítrico, salino, fresco, para disfrutar comiendo. Y dos compras para seguir el viaje, Viña de Martin Escolma 2008 de Luis A. Rodríguez Vázquez (Arnoia) y Mai 2011 de Bernardo Estévez, dos ribeiros como deben ser. Pero eso forma ya parte de la siguiente secuencia de nuestro viaje.


Hasta lueguiño.

Vicente

Saludos a Jose y Olga (Vinoteca Ribeira Fefiñáns), Miguel (taberna A Curva), Chicho (viticultor), Fernando (Viñoteca Bagos)…

Os dejo con algunas imágenes del viaje fotografiadas por mi amigo Juan Luis Vanrell (El Ojo Público). 








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